¿Cómo los estándares indicativos de desempeño pueden mejorar la eficiencia del PME y el uso de los recursos SEP?
¿Ha oído hablar de los estándares indicativos de desempeño? Estos son un conjunto de criterios utilizados para medir el rendimiento de los establecimientos educacionales en las distintas dimensiones del modelo de Calidad de la Educación. En el sistema escolar chileno, los estándares indicativos de desempeño son una herramienta clave para mejorar la calidad de la educación, principalmente porque pretenden llevar a los establecimientos hacia la excelencia operativa.
Pero, ¿qué tienen que ver los estándares indicativos de desempeño con el PME y los recursos SEP? Pues resulta que están íntimamente relacionados. Cuando un establecimiento educacional diseña su PME, es esencial que tenga en cuenta los estándares indicativos de desempeño, ya que esto permitirá al establecimiento mejorar el cumplimiento de los estándares de aprendizaje, al menos esta es la hipótesis central que guía al modelo de calidad. En efecto, "un colegio eficiente en sus operaciones tenderá a obtener mejores resultados que uno que no lo es" y esto tiene bastante lógica. No se conocen muchos colegios con mal funcionamiento y buenos resultados, por lo general los colegios de alto desempeño manejan procesos muy bien estandarizados en todas las dimensiones.
Es importante que los objetivos estratégicos, las metas, las estrategias anuales y las acciones anuales se diseñen con atención a los estándares indicativos de desempeño. Esto permitirá que el establecimiento educacional logre una mayor eficiencia en el uso de los recursos SEP y que el PME esté en línea con la normativa dictada por la SuperEduc.
Aquí la idea es sencilla y bastante clara, si el PME (objetivos, metas, estrategias y acciones) son coherentes y relacionadas con estándares de desempeño y de aprendizaje, será más fácil justificar los gastos o inversiones de los recursos SEP y existirán menos probabilidades de rechazo de gastos. Esto es así porque la hipótesis fundamental de la SEP es que estos recursos sirvan al mejoramiento educativo, por ende si el nivel de cumplimiento de los estándares indicativos y de los estándares de aprendizaje es alto o va mejorando, la justificación y defensa de gastos observados se hace más sencilla que en el caso de un PME mal diseñado y sin resultados demostrables. Esto va más allá de lo que la SuperEduc establece cómo usos posibles de la SEP, esto va al fin mismo de de esta subvención.
Para entender mejor esta relación, es útil conocer un ejemplo de un objetivo estratégico mal diseñado.
Imagine que un establecimiento educacional establece como objetivo estratégico "mejorar la calidad de la enseñanza, facilitando el cumplimiento de los sellos educativos y los principios del proyecto educativo institucional, con la participación de todos los estamentos". Este objetivo parece loable, pero no es lo suficientemente específico ni medible, por lo que es difícil saber si se ha logrado o no. Si un colegio pasa por alto este aspecto técnico no será posible que vea resultados concretos de su PME.
Ahora, en cambio, imagine que el establecimiento educacional establece como objetivo estratégico "mejorar el rendimiento en matemáticas de los estudiantes de tercer año de enseñanza media, logrando un promedio de 5,8 en pruebas de nivel". Este objetivo es mucho más específico y medible, por lo que es posible establecer metas y estrategias anuales para lograrlo.
Al diseñar las acciones anuales para lograr este objetivo, es importante que se relacionen directamente con mejorar el cumplimiento de los estándares indicativos de desempeño y los estándares de aprendizaje. Si las acciones no están alineadas con estos estándares, es probable que el objetivo estratégico no se cumpla.
De esta manera la habilidad del equipo directivo consiste en mantenerse simples, concretos y relacionar objetivos, metas, estrategias, indicadores y acciones con los estándares indicativos de desempeño y los estándares de aprendizaje. Tal como se mostró en el ejemplo anterior una redacción simple y sencilla que apuntaba hacía ambos tipos de estándares.
Algunos de ustedes se preguntarán ¿preocuparnos de un ciclo o de un curso no afectará a los otros que son dejado de lado o no priorizados?, esto puede ser así, pero no deben olvidar que el o los grupos priorizados dicen relación con un diagnóstico previo que así lo justifica. Si el diagnóstico arroja que es necesario focalizar en "mejorar la convivencia" por ejemplo, en todo el establecimiento, aún así se puede ser simple, especifico, concreto y guardar la relación con los estándares.
En resumen, al diseñar el PME de un establecimiento educacional, es fundamental tener en cuenta los estándares indicativos de desempeño, ya que esto permitirá lograr una mayor eficiencia en el uso de los recursos SEP y mejorar el cumplimiento de los estándares de aprendizaje. Al establecer objetivos estratégicos específicos y medibles, relacionados con los estándares indicativos de desempeño, y diseñar acciones anuales concretas para lograr estos objetivos, se maximizarán las posibilidades de éxito.